lunes, 27 de julio de 2015

NOTABLES DE LA CIUDAD
Tengo, entre mis cosas más apreciadas, un folle­to mecanografiado en 1961, que me obsequiara su autor Félix Acosta, con el título Algunos datos sobre figuras notables de Turmero, compilación de pequeñas biografías lo­gradas con habilidad y destreza, gracias a la pa­sión que siempre tuvo el referido escritor por la in­vestigación histórica. Leerlas es mirar el ayer a través de un hombre que construyó, con su autodidactismo, su sapiencia en torno al pasado de su pue­blo. Las semblanzas que siguen tienen sustento en sus indagaciones.



Esbozos biográficos

Matías Lovera, este patriota aparece en el es­crito gratulatorio, redac­tado por Andrés Pacheco Miranda, colocado en el ahora inexistente mono­lito cuya parte superior exhibía el busto de San­tiago Mariño. Fue un hombre de coraje, defen­sor jurídico de muchos que tuvieron protagonis­mo en la vida de la Pri­mera República. Ningu­no de sus defendidos fue al paredón, como solici­taban las autoridades co­loniales. Se supone que era hermano de Juan José Lovera, también incluido en la misma inscripción de reconocimiento.

En relación a Matías Lovera, es pertinente una aclaratoria. Al plasmar los nombres de los héroes tur-mereños, en la nueva ta­bla recordativa adosada al pedestal de la estatua del héroe epónimo, su nombre fue omitido, interrumpien­do la perennidad que se debe a su memoria.

Fernando Tremarías se afilia al movimiento independentista desde la Primera República. En­frentó a Vignoni en los sombríos sucesos de Puerto Cabello; se le si­guió juicio por intentar volar el castillo de esa ciudad portuaria. Sufrió prisión en Puerto Rico.

Domingo Tremarías, sacerdote que abraza la misma causa de su her­mano. Por su participa­ción en la República de 1812 soporta innumera­bles arrestos.

Vicente Villanueva, desde Bogotá en 1828, el Libertador lo nombra se­gundo comandante del Batallón de Milicias de Aragua.

Braulio Barrios, hom­bre de inquietudes, asiste a la convención de Valen­cia en 1830. Junto al sa­bio Vargas, serán las úni­cas voces que se oyen con­tra las ingratitudes que le­vantan a Bolívar. Luego aparece en Caracas, diri­giendo un periódico deno­minado La Prensa.

Francisco de Paula Guevara Santander, en su juventud, escribió algunos folletos sobre poesía, co­laboró en periódicos de la época. Desempeñó impor­tantes posiciones en la Corte de Casación.

Doctor Adolfo Fridensberg, notable médico nacido en La Guaira el 14-4-1849  y radicado en Turmero, donde muere el 16-5-1908. Fundador del "Socorro Popular", para beneficio de las clases ne­cesitadas, que él receta­ba gratuitamente y logró que el comercio pagara las medicinas. El doctor Fridensberg fue, además, catedrático de la Univer­sidad Central, trabajó en asuntos literarios con el doctor Rafael Seijas, es­tudió las aguas termales de Barbacoas. Fue miem­bro de la Sociedad de Ciencias Físicas y Natu­rales de Caracas.

Hermelinda Ramos, la segunda Teresa Carreño de Venezuela. Recorrió con su arte a la América, murió en Brasil.

Mercedes Sarco Villena, calidad extraordinaria fueron las manos de esta mujer, para la ejecución del piano. Logró ser con­tratada por una compañía de arte lírico que recorre toda Venezuela y parte de Las Antillas.

Valeriano Ramos, mú­sico y compositor (1896-1957). Autor de Brisas de Aragua, Valle de Chuao, Aires de Turmero, El gua­rapo, El pajarilla aragüeño, el joropo Pancho Pepe. Su marcha en ho­nor al coronel Pedro Arévalo es la consagración de su talento musical.

Rafael Ravelo Cáceres dedicó su vida al ejer­cicio de la docencia. Re­gentó una escuela muni­cipal de varones, las cla­ses eran nocturnas, para atender a los jóvenes que trabajan en el día. Su sueldo mensual era de sesenta bolívares.

Rafael Seijas nace en Turmero el 17 de marzo de 1836. su partida de bautismo fue localizada por el doctor Ciro  Guzmán en los libros de la Iglesia Nuestra Señora de Candelaria. De joven via­ja a Caracas, donde hace sus estudios de secunda­ria y universitarios. Fue políglota, con excelente dominio del latín, fran­cés, inglés y alemán. Ejerce el Ministerio de Relaciones Exteriores y es autor de la obra El de­recho interamericano. Hizo frente a la usurpa­ción inglesa en nuestra Guayana Esequiba. Falle­ció en Caracas en 1901.

Historiador historiado

Félix Acosta fue un hombre con el don de ha­cerse entender. Proclama­ba en todo momento su gentilicio turmereño; en verdad nació en nuestro pueblo el 15 de noviem­bre de 1909. Por sus ideas políticas sufrió exilio en La Habana, durante el go­bierno de la Junta Militar que sucede al maestro Rómulo Gallegos. Como historiador, toda su escri­tura se vuelca hacia atrás, alucinado por la riqueza cultural y la herencia his­tórica. Dividendos de esa adicción son sus obras: Chuao y su carretera. Orígenes de la Colonia Tovar, La imprenta y el periodismo en Aragua: Amador Guzmán, su mú­sica y el deporte. Valeria­no Ramos y su música po­pular, Venezuela y los despojos de Guayana. Su ciclo vital concluye en La Victoria, el 25 de julio de 1987. Había acudido a esa ciudad con motivo del 199° aniversario del nata­licio del general Santia­go Mariño.

Estas imágenes de celebridades emblemá­ticas de la ciudad es muestra del universo histórico de Turmero. '"La Versalles de Ara­gua", de donde provie­ne la imaginación de Mario Abreu y la inspi­ración de Federico Villena, el Rossini de América" (Luis Alberto Crespo).

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