martes, 17 de febrero de 2015

LA PROVIDENCIA: MEMORIA Y CUENTA
De mi Enciclopedia Espasa, aprendí que Providencia viene del latín Providentia, que significa: "Suprema sabiduría de Dios que nos rige y conserva el orden físico y moral establecido en el mundo". Por esta introducción puede imaginarse el lector que el asunto a tratar en este trabajo, es de carácter místico. En realidad, el fondo del ensayo es de naturaleza terrenal, una visión historiográfica de la Hacienda La Providencia, ubicado en la Avenida Intercomunal, frente a la Urbanización 19 de Abril, entornos de la Parroquia Samán de Güere. Por bondad de la existencia, puedo articular este trabajo, el cual ahondaremos conforme a la incorporación de segmentos explicativos, para dejar un claro mensaje didáctico, de una fracción de la tierra aragüeña, donde funciona el primer instituto educativo fundado en Venezuela, para el estudio de la agricultura.
Titularidad de la Tierra
En época de la colonia, La Providencia pertenecía a una familia que residía en Caracas. Sus dueños tenían el nobiliario título de Marqueses. El primero de ellos fue Juan Mijares de Solórzano y Monasterios (Caracas 1652 - 1705), casado con Teresa de Tovar y Pacheco. A su muerte heredó su hijo Francisco Felipe Mijares de Solórzano y Tovar. El tercero de la dinastía fue Francisco Nicolás Mijares de Solórzano y Tovar. El cuarto Francisco Fermín Mijares de Solórzano y Tovar.
Al finalizar la Guerra Federal, los títulos de nobleza fueron abolidos y el Marquesado de los Mijares de Solórzano y Tovar, que se extendía a Maracay y otras zonas del estado quedó extinguido.
El 5 de mayo de 1886, en documento registrado bajo el N° 25, el general Joaquín Crespo, a los ocho días de haber cumplido su primer período presidencial, compra al señor Alfonso Rivas las haciendas de café La Providencia, La Talavera y los terrenos al sur de los citados espacios. El precio de la venta fue de 186.000 bolívares, entregados al vendedor en presencia del Registrador del Departamento Turmero del estado Guzmán Blanco.
La presencia del "Héroe del deber Cumplido", en la zona guerense, da nombre a varios topónimos de la nomenclatura mariñense, a saber, San Joaquín (por el caudillo Crespo), Gonzalito (por su hijo), Morita (su hija). Como ñapa, se agrega San Jacinto (en honor a su esposa), en el municipio Girardot.
A la muerte de Crespo, sus herederos vendieron La Providencia a Juan Casanova, conocido dueño de extensiones en Aragua y Carabobo (Oldman Botello. Historia de la Villa Real de San Femando de Apure).
4 El 23 de mayo de 1910, el general apureño Raimundo Fonseca, compra a Juan Casanova la hacienda La Providencia. El militar y político mencionado, falleció entre agosto y septiembre de 1921, heredando sus hijos la propiedad de la tierra (Oldman Botello Obra citada Páginas 148 y 149).
A la muerte del general Raimundo Fonseca, su hijo de igual nombre hereda una sexta parte de la hacienda y el resto la obtuvo al negociar derechos sucesorales con sus hermanos.
José Vicente Gómez, compra al señor Raimundo Fonseca, las haciendas La Providencia y El Rosario. Documento N° 51 en fecha 4 de junio de 1926, Como nota aclaratoria, señalamos que la hacienda El Rosario, está ubicada frente al urbanismo conocido como Samán Tarazonero, en su espacio funciona la Aldea Universitaria.
Juan Vicente Gómez, compra a la señora Josefina Revenga de Gómez, viuda de José Vicente Gómez, quien actúa por sí mismo y en representación de sus menores hijos Josefina, Alí y José Vicente Gómez Revenga, las haciendas La Providencia y El Rosario. Documento N° 31 de fecha 15 de noviembre de 1930, Oficina de Registro de Turmero.
El 14 de diciembre de 1937, fueron registrados en Turmero bajo el N° 24, los acuerdos confiscatorios dictados por el Congreso Nacional en fecha 19 de agosto y 21 de septiembre de 1936, pasando las fincas La Providencia y El Rosario a propiedad de la nación.
La Picardía del Caudillo
Recién adquirida La Providencia por el general Raimundo Fonseca, aprovechó una gira del general Juan Vicente Gómez para agasajarlo. En el convite, se encontraban viejos liberales, caudillos y políticos de toda ralea. A la hora del brindis, el general Francisco Tosta García, brindó por el Gran Partido Liberal.
- Brindo por la unidad y por el bien de la patria, contestó el general Gómez,
Roberto Vargas, con mucha malicia comentó a su vecino de mesa: "este andino nos jodio" (Oldman Botello. Obra citada).
La Evocación Taurina
En los campos de la hacienda La Providencia, pastaron las reses del ganado de lidia, que trasladados a Guayabita, dio origen a la famosa ganadería de casta brava. Uno de esos ejemplares protagoniza en el coso capitalino una extraordinaria hazaña, recuerdo traído a estas páginas, ahora que estamos en la búsqueda de emociones.
"Por primera vez, el 6 de febrero de 1927, se aplaudió el indulto de un toro en el Nuevo Circo. Procedía de La Providencia, finca aragüeña donde el general José Vicente Gómez disfrutaba seleccionando vacas criollas que, una vez meticulosamente probadas, hacía cubrir con astados de pura casta, ligándose la bravura congénita de aquellas vacas llaneras con sementales de famosas ganaderías españolas. Se llamaba Formalito, que salió en quinto lugar y le correspondió al aragonés Francisco Rayo "Lagartito", quien le hizo una faena de artista, larga, lúcida y emotiva, aprovechando las excelentes condiciones del que se jugaba en lugar de honor y la Presidencia concedió el indulto, entre aclamaciones del soberano. El nombre de Formalito, se popularizó entonces, con letra y ritmo de criollo pasodoble". Diario El Nacional, página B - 6. Fecha 10.3.1996.
La Escuela Práctica de Agricultura
Por decreto del Presidente Juan Vicente Gómez, fechado de 19 de diciembre de 1932, publicado en la Gaceta Oficial N° 17.912, se creó en Venezuela el primer instituto para la formación de técnicos agropecuarios. Inicia sus actividades académicas en enero de 1933, en la casa de la hacienda La Providencia, con el nombre de Escuela de Expertos Agropecuarios, con el personal y asignación quincenal que a continuación se específica:
Un Director Ingeniero Agrónomo                      Bs. 500.
Un Subdirector Ingeniero Agrónomo                 Bs. 450.
Un Técnico Ganadero                                        Bs. 450.
Un Jardinero Horticultor                                    Bs. 250.
Un Conserje                                                        Bs. 150.
Un Sirviente                                                        Bs. 100.
Para material de enseñanza, otros gastos         Bs. 1.000
                                                                          Bs. 2.900
El 15 de diciembre de 1934, egresan los primeros alumnos formados en sus aulas. Luego, la institución entra en reorganización y se le cambia el nombre a Escuela Práctica de Agricultura y Centro de Demostración del Estado Aragua. Desde entonces, años tras años se graduaron Peritos Agropecuarios, que esparcidos en el territorio nacional, fortalecieron la economía agropecuaria venezolana. Estos profesionales estuvieron presentes en los estudios y planificación de los proyectos de fomento pecuario, arroceros, maiceros, algodoneros, cacaoteros, frutícolas, para llevar adelante la agricultura y la cría, únicas fuentes permanentes de riqueza y en trabajos de investigación para conseguir nuevas rutas en la explotación agropecuaria. Cuando se puso en vigencia la Ley de Reforma Agraria (22 de septiembre de 1960), encontró un contingente de Peritos Agropecuarios identificados con los ideales de justicia de nuestros campesinos y fueron ellos quienes llevaron la asistencia técnica y crediticia a los asentamientos agrícolas. Empresas públicas y privadas, absorbieron buen número de estos profesionales, que hicieron grandes aportes a la agroindustria de la nación. Muchos marcharon a todos los rincones del país con sus conocimientos y se convirtieron en empresarios agrícolas. Uno de ellos fue Concepción "Concho" Quijada (de la sexta promoción), que llevó progreso agroindustrial al estado Portuguesa.
Algunos de estos profesionales, se dedicaron a la docencia, en este aparte recuerdo que en mis años revenguinos, el encargado del Club 5V de Turmero era José Ramón Pirela (cuarta promoción), que muchas veces nos trasladó a las instalaciones de La Providencia; y allí, ejercía su cátedra. Igualmente, en mi época de estudiante macarino, conocí a José Miguel Calabria, como Profesor de Técnica Agrícola y Pecuaria, sus clases eran de excelente pedagogía y las combinaba con prácticas de campo, donde cada alumno atendía una pequeña parcela. En esta parte del trabajo

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