miércoles, 25 de marzo de 2015

 EL GUASIMO, LA CASONA Y SAMAN TARAZONERO
La mejor manera de conocer tu país, tu municipio o el lugar donde vives, es por medio de las lecturas. Así puedes comprender lo que ha sucedido a tu alrededor y profundizar en nuevos conocimientos, que los narradores te explican con el auxilio de la historia y la brevedad del ensayo. En esta faena sembradora de conocimientos, nos respaldamos con nuestras particulares investigaciones, sobre un sector de la geografía mariñense, que sometido a presiones demográficas, muy pronto devino en centros poblados.
II
Esta singular historia tiene su génesis el 4 de enero de 1945, según el documento No. 1 copiado en los libros del Registro de Propiedad Inmobiliaria de los Municipio Marino, Libertador y Linares Alcántara. En esa fecha la señora Carmen Luisa Mazutiel por el precio de ciento cuarenta mil bolívares, vende al señor Carlos Arturo Díaz Rodríguez, ciudadano de origen neogranadino, cinco fundos ubicados en jurisdicción de nuestro Municipio, espacios que son identificados en la siguiente fragmentación.
-Hacienda El Samán (la de mayor extensión)
-Posesión El Guásimo.
-Derechos sobre la vega El Guásimo.
-Terreno El Guásimo.
-Un área de terreno en el lugar denominado Güere.
Estas fincas al ser integradas en una sola unidad, quedaron con el siguiente alinderamiento: Norte, carretera de Maracay a Turméro. Sur, camino de Cachipo a El Guásimo. Este, Haciendas El Mácaro y Villegas. Oeste, potreros La Trinidad y Libertador. Dos corrientes de agua humedecían la campiña: las acequias El Mácaro y La Comunidad, que corría hacia las Haciendas El Jambral y San José. También recordamos que por estos terrenos, se tendían las líneas de circulación del gran Ferrocarril de Venezuela.
III
Estando en posesión de lo comprado, el señor Díaz Rodríguez se dedica a la siembra de algodón, maíz, bananos y cultivos de ciclos cortos. Fomenta la cría de vacunos y por lógica tiene que construir establos para atender el ganado lechero. Muy cerca de la vaquera, edifica una hermosa casona de rasgos coloniales, con techos de  madera y cubierta de tejas; al centro de la estructura levanta un mirador para explayar desde lo alto, la vista sobre la estancia. En esta mansión campestre habitó el propietario, su esposa Elba Polanco y los descendientes Jorge y Carlos Díaz Polanco. La finca tenía el acceso principal por la llamada puerta roja, entrada que estaba frente a lo que hoy es la Aldea Universitaria. El Señor Díaz Rodríguez era una persona de mucha iniciativa empresarial, fue presidente de la  Asociación Nacional de Cultivadores de Algodón, que tenías sus galpones industriales en la avenid Gonzalito, de la parroquia Samán de Güere. Buscando otros rumbos operacionales, extiende su laborosidad y sus inversiones hacia el Estado Yaracuy. Sus propiedades rurales fueron afectadas por numerosos gravámenes y el 20 de marzod e 1970, mediante documento No. 82, las vende al Sindicato de la Leche SA (Silsa).
IV
Sobre los terrenos explicitados en este ensayo, hacemos las precisiones finales:
En ellos se desarrollaron las urbanizaciones conocidas como La Casona I y II. Por asociación al nombre de Eloy Tarazona, quien fuera ayudante (Edecán) de Juan Vicente Gómez, los otros proyectos habitacionales se llaman Samán Tarazonero I y II.
El lindero oeste de la extensión comprada por Carlos Díaz Rodríguez, evidencia que el Fundo Samán Nacional, que ya estaba poblado, se incluyó en la venta que hizo la Señora Carmen Luisa Mazutiel.
Los espacios al margen de la carretera Maracay-Turmero tienen doble titularidad, lo que explica la disparidad en los nombres de las fincas, cuando se hacen comparaciones entre las cadena titulativas.
V.
En este mundo generoso y pleno, donde unos aprenden y otros enseñan, este episodio de la historia mariñense, nos atrapa con sus deslumbres y cuando queremos imaginar, la realidad se refleja frente a nosotros, con todo su razonamiento lógico.
 
LA JULIA: EJEMPLO MUNDIAL DE COMUNIDAD AGRARIA
Hace mucho tiempo te­nía ganas de escribir sobre el tema escogido en esta oportunidad. No sé si es historia o un cuento acurru­cado en algún lugar de mi memoria. Lo que si puedo afirmar es que en su fon­do, hay grandes verdades.

Inicio de los hechos

Esta historia comenzó el 8 de octubre de 1969 con una reunión, efectuada en la casa de habitación del se­ñor Augusto Arguinzones, para dar vida a la Liga Campesina de Turmero. La mayoría de los asistentes eran agricultores aposenta­dos en la hacienda Villegas. Yo tuve el honor de ser de­signado secretario de Actas y Correspondencias, "cam­bur" que disfruté por bre­vísimo tiempo. El gran fac­tótum de la naciente orga­nización agraria, a la que dio todo su fructífero tiem­po, fue Francisco Sandoval, el querido Francisquito en el cariño de todos. A pocos días de la fecha citada, ya teníamos sede por los lados de la esquina de Cagua: en ésta época cibernética, ¿ha­brá alguien que sepa dónde queda esa dirección? Hagan ustedes las indagaciones.

Toma de las tierras

Consolidada la ocupa­ción de la hacienda Ville­gas, se plantea la conquis­ta de los espacios ubicados un poco más allá de la lí­nea férrea del Gran Ferro­carril de Venezuela (tam­bién conocido como Ferro­carril Alemán). Los em­prendedores campesinos, bajo la conducción de su líder Francisco Sandoval, se van instalando en los si­tios conocidos como Jobo Dulce, La Ceiba, San José. Cachipo y La Julia, sector donde se decide hacer un ensayo de comunidad en un área de 18 hectáreas que, en el suceder del tiem­po, fue considerado como Centro Modelo de la Refor­ma Agraria, de gran reso­nancia en el ámbito mun­dial. Las primeras vivien­das (42), fueron entregadas a los adjudicatarios el 27 de septiembre de 1962, fecha que se tiene como día de fundación de la colectivi­dad; estuvieron presentes en el acto, dos políticos de primerísima importancia en sus respectivos países, donde ejercían la Primera Magistratura, Rómulo Betancourt (de Venezuela) y Víctor Paz Estensoro (de Bolivia).

Pequeñas historias

Como todo inicio es ca­lamitoso, fueron vados los problemas a resolver por los mismos pobladores, que hoy cuentan con medicatura, instalaciones deportivas, iglesia, cloacas, acueducto y centro comunal, donde las demostradores del Hogar Campesino orientaban a las mujeres organizadas en el Club de Amas de Casa. En la ejecución de esos traba­jos, el maestro de obras fue “El Negro” José Rafael Sandoval, y el ayudante su progenitor Francisquito.

La primera aula fue un galponcito, que todavía existe, en el fondo de la casa que habitó el pequeño Fran­cisco Sandoval. La maestra era Gladis Elena García Jordán, que venía a pie des­de Turmero, por el viejo ca­mino de tierra que existía, para atender a sus 42 alum­nos: en enero de 1967, la es­cuela fue graduada con el nombre del escritor Maria­no Picón Salas y la maestra Gladis asume su dirección.

En el aspecto religioso, es bueno recordar que las primeras misas las celebró el padre Pedro Moreno, en el local donde funcionaba la escuela. El protector de la comunidad fue selecciona­do en votación directa en­tre San Isidro Labrador y la Caridad del Cobre, que re­sultó favorecida; con el tiempo la consecuencia fue un verdadero sincretismo, porque se hacen festivida­des a los dos patronos y des­de hace varios años, por ini­ciativa de la pujante comu­nidad portuguesa, se hacen rumbosas celebraciones en honor a la Virgen de Fátima, de asistencia muy nu­merosa por los fieles que vienen de otras partes.

Realidad del presente

En este nuevo aniversa­rio de La Julia, el trigésimo noveno, el cultivo de la fér­til tierra, por las manos tra­bajadoras de los agriculto­res, produce los ricos man­jares de sus cosechas para abastecer las mesas de los venezolanos. Este pedazo de tierra es el principal pro­veedor de cambures en el estado Aragua. Las vivien­das han sido remodeladas o construidas en forma mo­derna, el lucimiento de la comunidad es asombroso.

   Informe final

Concluyo mi escrito re­velando una noticia que por muchos años ha permane­cido oculta, y que obtuve en el Registro Subalterno del municipio Mariño gracias a la colaboración que siempre me ha dado el cogollito que forman los abogados Ra­món Valera y Nora Reyes, más la colaboración de la ayudante Aurora Rodrí­guez. En el documento N° 6, de fecha 8 de julio de 1931, Tercer Trimestre, el señor Juan Tovar declara re­cibir del señor Alfredo Sardi. la cantidad de Bs. 50.000 en calidad de préstamo. Para garantizar el pago de lo recibido, consti­tuye hipoteca sobre varias de sus propiedades, entre ellas la posesión de café de­nominada La Pelota o La Julia, alinderada en la si­guiente forma: naciente, ca­mino real que conduce de Turmero a Santa Cruz: po­niente. Hacienda La Con­cepción: norte, camino que conduce de la Estación Turmero del Gran Ferrocarril de Venezuela al sitio llama­do El Guásimo sur, terre­nos que son o fueron de Er­nesto Branger hijo.

Nadie imaginaba que La Julia tenía otro nombre. Lo supo esconder.

lunes, 2 de marzo de 2015

PAYA: MEMORIA Y GENESIS
Uno de los temas más apasionante en el estudio de la historiografía local, es el proceso transformador ocurrido en la hacienda Paya, finca ubicada al noreste de Turmero, espacio que no escapó de los efectos de la Ley de Reforma Agraria, que se adelantó en el país, en la década de los años sesenta y por estar dicha posesión, geográficamente ubicada en la franja de expansión de los centros metropolitanos e industriales del eje Caracas - Valencia, fue sometida a presiones por las migraciones internas, cediendo su espacio agrícola, apenas rasguñado por el hombre, a un desarrollo urbanístico anárquico, para dar cabida a un crecimiento poblacional sin barreras. En este trabajo que es un repaso de acontecimientos para enseñar, se parte desde los orígenes coloniales de la hacienda, hasta el proceso de cambios, originado por el traspaso de tenencia de la tierra.

TRADICIÓN DE LA PROPIEDAD

Un miembro de la rama genealógica de Lorenzo Martínez de Madrid, encomendero de Turmero, llamado Felipe Martínez de Villegas, tenía una siembra de cacao en Paya. En 1637 solicita dicho valle para fundar un hato, petición que le fue satisfecha por el Gobernador Francisco Nuñez Meleán, el 29 de abril de ese año. Por el procedimiento de compra, otros miembros del mismo núcleo familiar, se turnan la propiedad de Paya; Juan de Guevara la adquiere el 3 de diciembre de 1645, vendiéndola a su vez a Luis de Bolívar y Rebolledo, casado con María Martinez de Villegas y Guevara (bisabuelos de El Libertador), el 9 de mayo de 1659. El 18 de enero de 1666, Luis de Bolívar y su mujer, venden la propiedad al Capitán Martin de Tovar, cuyos descendientes han permanecido desde entonces en el llamado Valle de Paya.

En Documento registrado en la Oficina de Registro Inmobiliario de los Municipios Mariño, Libertador y Linares Alcántara, bajo el N° 35 de fecha 7 de mayo de 1965, los descendientes del Capitan Martín de Tovar, hacen partición de bienes heredados. Esta vez los adjudicatarios de los haberes asignados se apellidan Pantin, Ganteaume, Tovar, Monteverde, Alfonso. Estudiando las notas marginales del título, recorremos el trayecto urbanístico transitado en las tierras de Paya.

Harry Ganteaume Tovar y otros condueños, dan en venta pura y simple al Instituto Agrario Nacional (I.A.N.), las haciendas El Rosario y Las Mercedes, ubicadas en el Valle de Paya, la superficie vendida es de 3.296 hectáreas, el precio de la venta es de Bs. 2.801.798,42. La operación está registrada bajo el N° 1 en Fecha 7 de julio de 1965. Por las notas marginales estampadas, se sabe que a la Unión de Prestatarios de Las Mercedes, le fueron asignadas 60 hectáreas. A 80 campesinos les fueron entregadas parcelas, con superficies variables de 4 a 5 hectáreas, de los cuales voy a citar los primeros nombres en ser favorecidos: Ezequiel Piñero, Balbino Benjamín Flores, Manuel Emeterio Sandoval, Gregorio Jacobo Tovar, Luis A. Reyes.

PROCESO URBANIZADOR

En el Valle de Paya se dio la figura de la invasión de tierra, forma de ocupación compulsiva de las parcelas otorgadas por el I.A.N., lo que apresura la intervención del Instituto de la Vivienda del Estado Aragua, programando construcciones en los espacios tomados, surgiendo las comunidades de Pantin, Funda Barrios o Las Terrazas, Canaima, Rio Seco y Los Prados I, II, y III

Otros sectores poblados en Paya son los Hornos, Brisas de Paya, Paya Abajo, Rosario de Paya, El Cafetal, Pasaje Canihouse, Valle Verde, Colinas de Vallecito, El Espinal, Los Mangos, Primero de Mayo Norte, Primero de Mayo Sur, La Intercomunal, La Arboleda, Las Palmas, El Cambur, Las Mercedes, Vega Grande, Vista Hermosa, Covalongo, Brasen, Las Rurales, Pantanal, Bolívar, Robinsón, Las Piedras, El Bosque.

PARROQUIALIZACIÓN

El indiscriminado establecimientos de centros poblados le dio a Paya, rango especial en la demografía mariñense, había una realidad inocultable y la Asamblea Legislativa del Estado Aragua, la parroquializa en unión con la Hacienda Guayabita, importante sector agrícola en el lindero oeste, conforme a publicación de la Gaceta Oficial Extraordinaria del Estado Aragua, signada con el número 332 de la fecha 20 de diciembre de 1995, distinguiéndola con el epónimo de Pedro Arévalo Aponte. Conforme a la Ley Orgánica del Régimen Municipal, el Concejo Municipal de Marino designa una Junta Parroquial, el 18 de Abril de 1996, que estuvo en ejercicio hasta las elecciones municipales del 3 de diciembre del 2001, cuando los electores escogieron para regir sus destinos, a los ciudadanos Carlos Silva, Juan Reina y Nelson Martínez. La experiencia comicial se repite el 7 de agosto de 2005 y los electos en esta oportunidad, para guiar al floreciente conglomerado fueron Joel Mijares, Mílvida Franco y Marisol Bolívar.

EL EPÓNIMO

Pedro Arévalo Aponte fue un turmereño nacido el 29 de junio de 1767, hijo de José Buenaventura Arévalo y María Magdalena Aponte. Tuvo gran participación en los sucesos del 19 de Abril de 3810, haciendo causa común con los comprometidos en los sucesos de la fecha. Con Francisco Salías conmina al Capitán General Vicente Emparan a volver al Cabildo y la tradición oral afirma que fue Pedro Arévalo, quien le arrebató a Emparan el bastón de mando. Después de ese día se le designa para trasladar al derrocado Emparan al puerto de La Guaira, rumbo al exilio. Fue Comandante del batallón de las Milicias de Aragua, luego cumple campaña en los Valles del Tuy. Con el triunfo de Monteverde y la pérdida de la Primera República, huye a la Nueva Granada, haciendo resistencia a Morillo en la sitiada Cartagena. El Coronel Pedro Arévalo cayó prisionero en 1816, después de la derrota de Cachiri, siendo condenado a fusilamiento en Girón, el 18 de marzo de ese año.

POTENCIAL MINERO

Por documento registrado en Turmero, en fecha 16 de febrero de 1912, el señor Domingo de Tovar hace denuncia de haber descubierto un yacimiento mineral que juzga contener hierro y cobre, en forma de filón o veta, en el punto en que la quebrada de Rajuñao cae al río Paya. La mina encontrada abarca doscientas hectáreas que son del denunciante, que bautiza el hallazgo minero con el nombre de La Virgen.

En reafirmación de sus derechos el señor Domingo de Tovar solicita y obtiene del gobierno nacional, la concesión minera de La Virgen, en las doscientas hectáreas de su pertenencia, por un período de noventa años. El documento esta registrado bajo el número 24, en fecha 3 de diciembre de 1912.

ÁREAS TURÍSTICAS

Las personas que tienen la afición de viajar por placer, deporte o para instruirse con los atractivos de una zona, encuentran en la hacienda de Paya, una diversidad de encantos que satisfacen las exigencias de los paseantes. Entre estos valores turísticos se destacan.

Rancho Abu Hanna Un lugar sosegado, anclado en la montaña, donde el albergue es en cabañas construidas con adobes. Es el sitio ideal para el encuentro con la madre naturaleza. De noche la temperatura desciende de 6 a 8 grados. Su creador es el libanés Nabil Saab, que con su hijo Juan, prodigan atenciones a los visitantes del paradisíaco paraje.

Camping Rincón Grande. Fundado por Charles Pantín Herrera, el 15 de agosto de 1973. Es el más antiguo campamento vacacional privado de Venezuela. En sus espacios se cumplen actividades sociales, culturales, recreativas y religiosas.

Zoológico de Paya. Su creación se debe a los esposos Leslie Pantin y Ledia de Pantin. Es un reservorio de animales de la fauna nacional, abierto a los visitantes de Venezuela y del extranjero. En él se han firmado documentales con fines didácticos. Visitarlo es vivir una agradable experiencia con la naturaleza.

Dique del Acueducto. Se encuentra en el sector Vega Grande, construido por el Ministerio de Obras Públicas (M.O.P.), en 1934, cuando era titular del Despacho el señor Antonio Díaz González, casado con la turmereña Josefina Martínez Rui. Represaba las aguas que por gravedad, llegaban a la sala de filtros, frente a la Plaza Marino, elevada luego hasta los estanques situados en El Calvario y en La Encrucijada, para su distribución por el Acueducto Modelo Turmero-Cagua.

Casa Colonial de Paya. Es una mansión fabricada con adobes, de paredes altas y techos de caña y tejas, magníficamente conservada por sus actuales propietarios. Con su mobiliario de la época, se revive el tiempo en que el café y el cacao, eran la riqueza de la Venezuela no petrolera. Extendidos en sus patios, los valiosos frutos eran secados por los inclementes rayos del Astro Rey. Fue morada de los dueños de la hacienda.

MORAL Y LUCES

En la comunidad de Paya, a los niños y jóvenes se les abren las puertas para la educación, en institutos ubicados en su misma comunidad; dicho de otra manera, muy cerca de sus hogares adquieren "Moral y Luces", como indicara El Padre de La Patria. Los Colegios donde cumplen con entusiasmo la hermosa labor son: Pre- Escolar Santiago Mariño, U.E. Rural Félix Manuel Luces, U.E.B. Rafael Seijas, U.E.E.R. Alfonso Rivas, E.B. Valle Verde, E.B. Balbino Blanco Sánchez, U.E.E.R. Las Palmas, E.B. Rafael Taylhardat.

TEMPLO PARROQUIAL Y PATRONA

Los prolegómenos del Templo se sitúan en 1981, cuando se celebraban misas en el sitio conocido como Los Jabillos, cerca de un terreno que había sido escogido para construir la Iglesia. Para 1990 había un Comité que activaba su edificación, presidido por Elba Isabel Vargas de Ramírez. En una misa celebrada con motivo de la Semana Santa, el padre Pan Lago llevó una imagen de la Santísima Virgen, bautizada

por Monseñor Feliciano González, con el nombre de La Virgen Niña, a quien la comunidad celebra su solemnidad el 8 de septiembre, por la fecha de nacimiento de la Virgen María. Por cinco años la atención pastoral estuvo a cargo del diácono Francisco Reyes.

El domingo 16 de noviembre del año 2003, en solemne ceremonia que contó con la presencia de Monseñor Reinaldo del Prette, del padre José Pan Lago, se creó la Parroquia La Virgen Niña. El padre Alexander Reyes fue nominado como su primer párroco.

NOTA CONCLUSIVA

A pesar del esfuerzo investigativo, este trabajo no puede tenerse como obra completa, aún así tenemos una amplia visión historial del Valle de Paya, basado en el extenso complejo de referencias y en investigaciones del autor de la crónica. En la Venezuela del presente (año 2005), la comunidad de Rosario de Paya, es cabecera de una dualidad parroquial, la civil distinguida con el nombre de Pedro Arévalo Aponte y la religiosa bajo la advocación de la Virgen Niña. Es de recordar que el espacio aparroquiado comprende a Guayabita, porción territorial a quien debo cumplir, con un estudio de su evolución histórica. Para la fecha de esta publicación, las comunidades aposentadas en la antigua hacienda Paya, son lugares dormitorios por estar las fuentes empleadoras, en las zonas industriales cercanas o vecinas. Para los payenses, en sus espacios están sus recuerdos, sus haberes, su presente y su futuro, sujeto a como evolucione en el tiempo, las actividades urbanísticas, sociales, económicas, políticas y todo lo que es propio de la actividad humana.
GUAYABITA: CEMENTERAS Y BALNEARIOS
En esta época de vida urbana, tan suntuosa e insegura, de bullicios ensordecedores y calles desbordantes de obstáculos, nos asombra que al noroeste de Turmero, haya un amplio espacio de atractivo paisaje, donde la ocupación de sus moradores es la agricultura y en cada fin de semana, como en temporadas vacacionales, observamos el espectáculo del hombre disfrutando de la naturaleza, en las limpias aguas de los ríos que bajan de la montaña. El nombre del paradisíaco lugar, está mencionado en el título del trabajo. Es una tierra maravillosa, que estudiaremos en un recorrido ajustado a su cronología histórica y en acuciosa indagación de sus fuentes documentales, para que las cosas investigadas se puedan leer y se mantengan en la memoria, de los que aman el encantador sector, jurisdicción de la parroquia Pedro Arévalo Aponte del Municipio Santiago Marino, conforme esta en la publicación de la Gaceta Oficial Extraordinaria del estado Aragua, signada con el número 332 de fecha 20 de diciembre de 1995.

Cadena Titulativa de la Tierra

1. En el año 1635, el gobernador Francisco Núñez de Meleán, satisface la petición de Lorenzo Martínez de Villegas, heredero de la encomienda de Turmero, que había solicitado la concesión del Valle de Guayabita, entrando en quieta y pacífica posesión de los terrenos adjudicados. Más tarde el gobernador Vera y Moscoso, compone las tierras de Guayabita, aumentado sus linderos en la siguiente forma: Norte, con la montaña y Cordillera de la Costa; Sur, con la unión de los ríos Paya, Guayabita y Aguaire, al conformar el río Turmero; por el Oriente, con la hacienda Paya y en el Poniente, la cordillera y tierra de Tocopio (Tucupido). La propiedad de la hacienda se mantuvo con el parentesco y uniones matrimoniales de las familias Martínez, Blanco, Infante, Blanco Ponte y llega a su mayor esplendor económico, con los Blanco Uribe

2. A mediados del Siglo XIX y hasta buena parte del XX, la escena es dominada por la familia Guzmán Blanco. El Ilustre Americano, como se hacía llamar el Presidente Antonio Guzmán Blanco, se hace de la propiedad de Guayabita, por compras de las partes en que se había fraccionado la finca. Las transacciones la inicia el 7 de Julio de 1875, por compra que hace a Modesto Urbaneja; a Concepción Soublette viuda de Santamaría, Julián Santamaría, Manuel Santamaría, Lastenia Santamaría, Soledad Santamaría y Cecilia Santamaría de Sagarzazu, el 20 de agosto de 1875; a Concepción Santamaría de Borges, el 15 de octubre de 1875; a Isabel Antonia Blanco viuda de Narvarte, el 15 de Octubre de 1875; a Eduardo Ortiz, el 15 de octubre de 1875; a Alejandro Blanco Uribe, el 31 de marzo de 1876; a Domingo Blanco Uribe, el 7 de julio de 1877; a Antero Pérez Arana, el 20 de marzo de 1880; a Eduardo Blanco, el 20 de marzo de 1880; a Concepción Bustamante, el 4 de noviembre de 1881. Por disposición del mismo general Guzmán Blanco, a su fallecimiento la propiedad de la hacienda, pasó en partes iguales a sus cinco hijos varones: Bernardo Antonio Guzmán Blanco, Diego Guzmán Blanco, Roberto Guzmán Blanco, Antonio Guzmán Blanco y Simón Guzmán Blanco

El 18 de mayo de 1921, en documento distinguido con el número 28, los hermanos Guzmán Blanco conforme a la Ley de Hidrocarburos de la época, expresan su voluntad de obtener permiso, para la exploración de hidrocarburos, carbón y sustancias combustibles, en la zona que en comunidad poseían, en una extensión aproximada de 9.500 hectáreas,. No se conoce otro instrumento que de orientación, sobre el resultado de la solicitud. Lo positivo en este caso, es que el petróleo, compañero de viaje de la economía venezolana y poderoso nutriente del tesoro nacional, es un ausente en la actividad productiva del lugar Por eso hoy contemplamos en Guayabita la siembra de sus fértiles suelos, bajo la intensidad de su cielo azul y el residente o visitante, siente la caricia de su brisa tropical.

3. El 22 de julio de 1927, en documento registrado bajo el Nro. 10, el general José Vicente Gómez compra a los hijos de Guzmán Blanco, la hacienda Guayabita por Bs. 1.200.000,oo. En el documento se hace constar que existe un derecho de paso, desde Turmero a Chuao y viceversa; también la existencia de plantaciones de café, hechas en la montaña de la finca, por colonos según contratos; treinta tablones dados en diferentes lugares de la hacienda, a vecinos con el compromiso de sembrarlos de plátanos y una siembra de cacao en el lugar denominado Payita, fomentada por los residentes del sitio. En cuanto a la producción o cosecha de cacao, se advierte que esta contratada con los señores Joseph Terry and Sons Limited, de York, Inglaterra. Con José Vicente Gómez se modifica el lindero sur de la propiedad, cuando compra a Teresa Lugo de Pacheco Miranda, una vega al margen de los ríos Paya y Turmero y la anexa a Guayabita. En esta propiedad estuvo la alcabala que controlaba el acceso a la hacienda; la negociación se hizo el 20 de enero de 1928, bajo el N° 13.

4. A partir del 2 de marzo de 1931, por documento registrado bajo el N° 47, Guayabita tiene como dueño al general Juan Vicente Gómez, que la compra por Bs. 2.500.000,oo a Josefina Revenga de Gómez, madre de los menores Josefina Gómez Revenga, Al i Gómez Revenga y José Vicente Gómez Revenga, herederos del fallecido general José Vicente Gómez. El documento identifica a Guayabita como hacienda de cacao, caña de azúcar y café. Con la adquisición de la heredad, también pasa a propiedad del comprador todos los corrales, cercas, queseras, oficinas, central para moler caña, quintas, casas, líneas de hierro y vagones para transportar caña, plantaciones de frutos menores, caneyes, para bestias, hornos de alfarería, romana para pesar caña, carros, bombas para sacar agua, ganado vacuno, caballar y asnal que se encuentra dentro de la propiedad y todo lo que pertenezca a la hacienda vendida

5. A la muerte de Juan Vicente Gómez, Guayabita conforme a los acuerdos dictados por el Congreso Nacional, el 9 de agosto y 21 de septiembre de 1936, pasa a propiedad de la nación.

La Colonia Agrícola

1. En 1938, el Presidente Eleazar López Contreras decide microparcelar a Guayabita y convertirla en colonia agrícola, condición que aún conserva. Las pequeñas superficies fueron asignadas a campesinos venidos de varias regiones del país y algunos del extranjero, el esfuerzo de los hombres del campo, convirtió al sector en emporio agrícola, productora de comestibles para nuestro país y las comunidades del municipio Mariño. En 1939 la Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela, en su edición N° 19 882, publica la adscripción de Guayabita al Instituto Técnico de Inmigración y Colonización (ITIC), a cuyo cargo queda su administración En esa época los residentes del sector eran movilizados hasta Turmero, en las unidades particulares de Santiago Alvarez, Cupertino Pernalete, Juan Pablo Quevedo, Nicolás Aponte y otros que se atrevieron a incursionar en el transporte colectivo.

2. La educación de los niños fue atendida tempranamente, por las autoridades del entonces Ministerio de Educación Nacional. En la década de los años cuarenta inicia sus actividades en la Casa Guzmán, la Escuela Rural Guarauguta, la sede donde comienza posteriormente fue demolida. Respecto al epónimo escolar, en este mismo trabajo incluyo una sinopsis biográfica del jefe aborigen cuyo nombre distingue al colegio. También al servicio de la misma comunidad, están los institutos que se identifican como U.E.E. Rural El Pedregal, U.E.E. Rural Roseliano Blanco Sánchez (Polvorín), U.E.E Rural La Marcelota, U.E.N. Santiago Mariño (Payita), U.E.N. Rural La Ganadería

3. Para la vida espiritual y contemplativa, los habitantes de Guayabita tienen sus espacios sagrados, representados en las Capillas Nuestra Señora del Carmen (La Marcelota), Nuestra Señora de Coromoto (La Guzmán), La Santa Cruz (Payita y Polvorín). En 1945, por devoción cristiana se funda en la comunidad de Polvorín la Sociedad Religiosa de la Santísima Cruz, que anualmente elabora un extenso programa de festejos, que comprende los últimos días de abril y primera semana de mayo, con un vasto contenido que abarca lo cultural, deportivo y religioso. El acto principal lo constituye la tradicional peregrinación, que parte desde la Capilla hasta la Iglesia Nuestra Señora de Candelaria, para oír la Santa Misa y luego retornar a la Ermita de procedencia, para culminar los actos celebratorios.

4. Las personas con afición de viajar por el gusto de conocer una región y distraerse, encuentra en Guayabita, lugares para satisfacer la curiosidad turística, como los balnearios de Polvorín y Pedregal, a orillas de la montaña, con agua suficiente durante todo el año, para la agradable zambullida. La Plaza de Tientas construida en 1934, para asiento de la primera ganadería pura casta de Venezuela; en su cercanía se construyó una casa para el general Juan Vicente Gómez. El Torreón (o chimenea) de los Hicacos, excepcional testigo de la economía agrícola de la zona, desafiante del tiempo, víctima de un insolente abandono.

El Epónimo Colegial

El apelativo que distingue a la U.E.N. Rural que funciona en La Guzmán, tiene en la oralidad y en la escritura local, la acepción de Guarauguta, en contradicción con el Diccionario Histórico Polar, que lo identifica como Guanauguta o Guarauguata Conjeturo que el nombre identificatorio que se emplea en los predios mariñenses, se debe a facilidad de vocalización. Se trata del cacique de una tribu que habitaba la región conocida hoy como Catia La Mar. En 1563 Diego García de Paredes, desembarca cerca de su territorio, acompañado con algunos de sus hombres, para encontrarse con su amigo Luis de Narváez; Guanauguta los recibe demostrando amistad, siendo obsequioso con los visitantes, que no sospechaban la emboscada que les tenía preparada, donde murieron los conquistadores bajados a tierra y su jefe García de Paredes. En 156B, Guanauguta concurre con sus guerreros al llamado de Guaicaipuro, que pretendía atacar en masa a la ciudad de Caracas, los 16 caciques presentes y miies de combatientes, fueron dispersados por los españoles.

Pretensión derrotada

La población guayabitense está diseminada en los sectores conocidos como Polvorín, Los Hicacos, Pedregal, La Ganadería, La Guzmán, El Central, Zorrito, Payita, Manirito, Paraguatán, La Marcelota Este esquema habitacional se pretendió alterar en 1998, cuando Mindur mediante un Plan de Ordenación Urbanística, intenta integrar a la poligonal urbana, como Área de Nuevos Desarrollos Residenciales, la zona que abarca desde Payita hasta La Guzmán. El rechazo de la comunidad Turmereña a la aviesa intención, la firme posición del Concejo Municipal y del Comité Administrativo de la Colonia, impidieron la modificación de uso de la tierra, inalterable desde su fijación como área agrícola en el año 1938.

Anotación Epilogal

Lo escrito en estas páginas, es el rescate de una porción de la riqueza infinita de la historiografía turmereña. Para los guayabitenses, su tierra es su orgullo y las razones de sus esperanzas; el día que Guayabita cambie, se habrá perdido una referencia de seducción, en la geografía municipal.