PAYA: MEMORIA Y GENESIS
Uno de los temas más
apasionante en el estudio de la historiografía local, es el proceso
transformador ocurrido en la hacienda Paya, finca ubicada al noreste de
Turmero, espacio que no escapó de los efectos de la Ley de Reforma Agraria, que
se adelantó en el país, en la década de los años sesenta y por estar dicha
posesión, geográficamente ubicada en la franja de expansión de los centros
metropolitanos e industriales del eje Caracas - Valencia, fue sometida a
presiones por las migraciones internas, cediendo su espacio agrícola, apenas
rasguñado por el hombre, a un desarrollo urbanístico anárquico, para dar cabida
a un crecimiento poblacional sin barreras. En este trabajo que es un repaso de
acontecimientos para enseñar, se parte desde los orígenes coloniales de la
hacienda, hasta el proceso de cambios, originado por el traspaso de tenencia de
la tierra.
TRADICIÓN DE LA
PROPIEDAD
Un miembro de la rama
genealógica de Lorenzo Martínez de Madrid, encomendero de Turmero, llamado
Felipe Martínez de Villegas, tenía una siembra de cacao en Paya. En 1637
solicita dicho valle para fundar un hato, petición que le fue satisfecha por el
Gobernador Francisco Nuñez Meleán, el 29 de abril de ese año. Por el
procedimiento de compra, otros miembros del mismo núcleo familiar, se turnan la
propiedad de Paya; Juan de Guevara la adquiere el 3 de diciembre de 1645,
vendiéndola a su vez a Luis de Bolívar y Rebolledo, casado con María Martinez
de Villegas y Guevara (bisabuelos de El Libertador), el 9 de mayo de 1659. El
18 de enero de 1666, Luis de Bolívar y su mujer, venden la propiedad al Capitán
Martin de Tovar, cuyos descendientes han permanecido desde entonces en el
llamado Valle de Paya.
En Documento registrado
en la Oficina de Registro Inmobiliario de los Municipios Mariño, Libertador y
Linares Alcántara, bajo el N° 35 de fecha 7 de mayo de 1965, los descendientes
del Capitan Martín de Tovar, hacen partición de bienes heredados.
Esta vez los adjudicatarios de los haberes asignados se apellidan Pantin,
Ganteaume, Tovar, Monteverde, Alfonso. Estudiando las notas marginales del
título, recorremos el trayecto urbanístico transitado en las tierras de Paya.
Harry Ganteaume Tovar y
otros condueños, dan en venta pura y simple al Instituto Agrario Nacional
(I.A.N.), las haciendas El Rosario y Las Mercedes, ubicadas en el Valle de
Paya, la superficie vendida es de 3.296 hectáreas, el precio de la venta es de
Bs. 2.801.798,42. La operación está registrada bajo el N° 1 en Fecha 7 de julio
de 1965. Por las notas marginales estampadas, se sabe que a la Unión de
Prestatarios de Las Mercedes, le fueron asignadas 60 hectáreas. A 80 campesinos
les fueron entregadas parcelas, con superficies variables de 4 a 5 hectáreas,
de los cuales voy a citar los primeros nombres en ser favorecidos: Ezequiel
Piñero, Balbino Benjamín Flores, Manuel Emeterio Sandoval, Gregorio Jacobo
Tovar, Luis A. Reyes.
PROCESO URBANIZADOR
En el Valle de Paya se
dio la figura de la invasión de tierra, forma de ocupación compulsiva de las
parcelas otorgadas por el I.A.N., lo que apresura la intervención del Instituto
de la Vivienda del Estado Aragua, programando construcciones en los espacios
tomados, surgiendo las comunidades de Pantin, Funda Barrios o Las Terrazas,
Canaima, Rio Seco y Los Prados I, II, y III
Otros sectores poblados
en Paya son los Hornos, Brisas de Paya, Paya Abajo, Rosario de Paya, El
Cafetal, Pasaje Canihouse, Valle Verde, Colinas de Vallecito, El Espinal, Los
Mangos, Primero de Mayo Norte, Primero de Mayo Sur, La Intercomunal, La
Arboleda, Las Palmas, El Cambur, Las Mercedes, Vega Grande, Vista Hermosa,
Covalongo, Brasen, Las Rurales, Pantanal, Bolívar, Robinsón, Las Piedras, El
Bosque.
PARROQUIALIZACIÓN
El indiscriminado
establecimientos de centros poblados le dio a Paya, rango especial en la
demografía mariñense, había una realidad inocultable y la Asamblea Legislativa
del Estado Aragua, la parroquializa en unión con la Hacienda Guayabita,
importante sector agrícola en el lindero oeste, conforme a publicación de la
Gaceta Oficial Extraordinaria del Estado Aragua, signada con el número 332 de
la fecha 20 de diciembre de 1995, distinguiéndola con el epónimo de Pedro
Arévalo Aponte. Conforme a la Ley Orgánica del Régimen Municipal, el Concejo
Municipal de Marino designa una Junta Parroquial, el 18 de Abril de 1996, que
estuvo en ejercicio hasta las elecciones municipales del 3 de diciembre del
2001, cuando los electores escogieron para regir sus destinos, a los ciudadanos
Carlos Silva, Juan Reina y Nelson Martínez. La experiencia comicial se repite
el 7 de agosto de 2005 y los electos en esta oportunidad, para guiar al
floreciente conglomerado fueron Joel Mijares, Mílvida Franco y Marisol Bolívar.
EL EPÓNIMO
Pedro Arévalo Aponte
fue un turmereño nacido el 29 de junio de 1767, hijo de José Buenaventura
Arévalo y María Magdalena Aponte. Tuvo gran participación en los sucesos del 19
de Abril de 3810, haciendo causa común con los comprometidos en los sucesos de
la fecha. Con Francisco Salías conmina al Capitán General Vicente Emparan a
volver al Cabildo y la tradición oral afirma que fue Pedro Arévalo, quien le
arrebató a Emparan el bastón de mando. Después de ese día se le designa para
trasladar al derrocado Emparan al puerto de La Guaira, rumbo al exilio. Fue
Comandante del batallón de las Milicias de Aragua, luego cumple campaña en los
Valles del Tuy. Con el triunfo de Monteverde y la pérdida de la Primera
República, huye a la Nueva Granada, haciendo resistencia a Morillo en la
sitiada Cartagena. El Coronel Pedro Arévalo cayó prisionero en 1816, después de
la derrota de Cachiri, siendo condenado a fusilamiento en Girón, el 18 de marzo
de ese año.
POTENCIAL MINERO
Por documento
registrado en Turmero, en fecha 16 de febrero de 1912, el señor Domingo de
Tovar hace denuncia de haber descubierto un yacimiento mineral que juzga contener
hierro y cobre, en forma de filón o veta, en el punto en que la quebrada de
Rajuñao cae al río Paya. La mina encontrada abarca doscientas hectáreas que son
del denunciante, que bautiza el hallazgo minero con el nombre de La Virgen.
En reafirmación de sus
derechos el señor Domingo de Tovar solicita y obtiene del gobierno nacional, la
concesión minera de La Virgen, en las doscientas hectáreas de su pertenencia,
por un período de noventa años. El documento esta registrado bajo el número 24,
en fecha 3 de diciembre de 1912.
ÁREAS TURÍSTICAS
Las personas que tienen
la afición de viajar por placer, deporte o para instruirse con los atractivos
de una zona, encuentran en la hacienda de Paya, una diversidad de encantos que
satisfacen las exigencias de los paseantes. Entre estos valores turísticos se
destacan.
Rancho Abu Hanna Un
lugar sosegado, anclado en la montaña, donde el albergue es en cabañas
construidas con adobes. Es el sitio ideal para el encuentro con la madre
naturaleza. De noche la temperatura desciende de 6 a 8 grados. Su creador es el
libanés Nabil Saab, que con su hijo Juan, prodigan atenciones a los visitantes
del paradisíaco paraje.
Camping Rincón Grande.
Fundado por Charles Pantín Herrera, el 15 de agosto de 1973. Es el más antiguo
campamento vacacional privado de Venezuela. En sus espacios se cumplen
actividades sociales, culturales, recreativas y religiosas.
Zoológico de Paya. Su
creación se debe a los esposos Leslie Pantin y Ledia de Pantin. Es un
reservorio de animales de la fauna nacional, abierto a los visitantes de
Venezuela y del extranjero. En él se han firmado documentales con fines
didácticos. Visitarlo es vivir una agradable experiencia con la naturaleza.
Dique del Acueducto. Se
encuentra en el sector Vega Grande, construido por el Ministerio de Obras
Públicas (M.O.P.), en 1934, cuando era titular del Despacho el señor Antonio
Díaz González, casado con la turmereña Josefina Martínez Rui. Represaba las
aguas que por gravedad, llegaban a la sala de filtros, frente a la Plaza
Marino, elevada luego hasta los estanques situados en El Calvario y en La
Encrucijada, para su distribución por el Acueducto Modelo Turmero-Cagua.
Casa Colonial de Paya. Es
una mansión fabricada con adobes, de paredes altas y techos de caña y tejas,
magníficamente conservada por sus actuales propietarios. Con su mobiliario de
la época, se revive el tiempo en que el café y el cacao, eran la riqueza de la
Venezuela no petrolera. Extendidos en sus patios, los valiosos frutos eran
secados por los inclementes rayos del Astro Rey. Fue morada de los dueños de la
hacienda.
MORAL Y LUCES
En la comunidad de
Paya, a los niños y jóvenes se les abren las puertas para la educación, en
institutos ubicados en su misma comunidad; dicho de otra manera, muy cerca de
sus hogares adquieren "Moral y Luces", como indicara El Padre de La
Patria. Los Colegios donde cumplen con entusiasmo la hermosa labor son: Pre-
Escolar Santiago Mariño, U.E. Rural Félix Manuel Luces, U.E.B. Rafael Seijas,
U.E.E.R. Alfonso Rivas, E.B. Valle Verde, E.B. Balbino Blanco Sánchez, U.E.E.R.
Las Palmas, E.B. Rafael Taylhardat.
TEMPLO PARROQUIAL Y
PATRONA
Los prolegómenos del
Templo se sitúan en 1981, cuando se celebraban misas en el sitio conocido como
Los Jabillos, cerca de un terreno que había sido escogido para construir la
Iglesia. Para 1990 había un Comité que activaba su edificación, presidido por
Elba Isabel Vargas de Ramírez. En una misa celebrada con motivo de la Semana
Santa, el padre Pan Lago llevó una imagen de la Santísima Virgen, bautizada
por Monseñor Feliciano
González, con el nombre de La Virgen Niña, a quien la comunidad celebra su
solemnidad el 8 de septiembre, por la fecha de nacimiento de la Virgen María.
Por cinco años la atención pastoral estuvo a cargo del diácono Francisco Reyes.
El domingo 16 de
noviembre del año 2003, en solemne ceremonia que contó con la presencia de
Monseñor Reinaldo del Prette, del padre José Pan Lago, se creó la Parroquia La
Virgen Niña. El padre Alexander Reyes fue nominado como su primer párroco.
NOTA CONCLUSIVA
A pesar del esfuerzo
investigativo, este trabajo no puede tenerse como obra completa, aún así
tenemos una amplia visión historial del Valle de Paya, basado en el extenso
complejo de referencias y en investigaciones del autor de la crónica. En la
Venezuela del presente (año 2005), la comunidad de Rosario de Paya, es cabecera
de una dualidad parroquial, la civil distinguida con el nombre de Pedro Arévalo
Aponte y la religiosa bajo la advocación de la Virgen Niña. Es de recordar que
el espacio aparroquiado comprende a Guayabita, porción territorial a quien debo
cumplir, con un estudio de su evolución histórica. Para la fecha de esta
publicación, las comunidades aposentadas en la antigua hacienda Paya, son
lugares dormitorios por estar las fuentes empleadoras, en las zonas
industriales cercanas o vecinas. Para los payenses, en sus espacios están sus
recuerdos, sus haberes, su presente y su futuro, sujeto a como evolucione en el
tiempo, las actividades urbanísticas, sociales, económicas, políticas y todo lo
que es propio de la actividad humana.