lunes, 2 de marzo de 2015

PAYA: MEMORIA Y GENESIS
Uno de los temas más apasionante en el estudio de la historiografía local, es el proceso transformador ocurrido en la hacienda Paya, finca ubicada al noreste de Turmero, espacio que no escapó de los efectos de la Ley de Reforma Agraria, que se adelantó en el país, en la década de los años sesenta y por estar dicha posesión, geográficamente ubicada en la franja de expansión de los centros metropolitanos e industriales del eje Caracas - Valencia, fue sometida a presiones por las migraciones internas, cediendo su espacio agrícola, apenas rasguñado por el hombre, a un desarrollo urbanístico anárquico, para dar cabida a un crecimiento poblacional sin barreras. En este trabajo que es un repaso de acontecimientos para enseñar, se parte desde los orígenes coloniales de la hacienda, hasta el proceso de cambios, originado por el traspaso de tenencia de la tierra.

TRADICIÓN DE LA PROPIEDAD

Un miembro de la rama genealógica de Lorenzo Martínez de Madrid, encomendero de Turmero, llamado Felipe Martínez de Villegas, tenía una siembra de cacao en Paya. En 1637 solicita dicho valle para fundar un hato, petición que le fue satisfecha por el Gobernador Francisco Nuñez Meleán, el 29 de abril de ese año. Por el procedimiento de compra, otros miembros del mismo núcleo familiar, se turnan la propiedad de Paya; Juan de Guevara la adquiere el 3 de diciembre de 1645, vendiéndola a su vez a Luis de Bolívar y Rebolledo, casado con María Martinez de Villegas y Guevara (bisabuelos de El Libertador), el 9 de mayo de 1659. El 18 de enero de 1666, Luis de Bolívar y su mujer, venden la propiedad al Capitán Martin de Tovar, cuyos descendientes han permanecido desde entonces en el llamado Valle de Paya.

En Documento registrado en la Oficina de Registro Inmobiliario de los Municipios Mariño, Libertador y Linares Alcántara, bajo el N° 35 de fecha 7 de mayo de 1965, los descendientes del Capitan Martín de Tovar, hacen partición de bienes heredados. Esta vez los adjudicatarios de los haberes asignados se apellidan Pantin, Ganteaume, Tovar, Monteverde, Alfonso. Estudiando las notas marginales del título, recorremos el trayecto urbanístico transitado en las tierras de Paya.

Harry Ganteaume Tovar y otros condueños, dan en venta pura y simple al Instituto Agrario Nacional (I.A.N.), las haciendas El Rosario y Las Mercedes, ubicadas en el Valle de Paya, la superficie vendida es de 3.296 hectáreas, el precio de la venta es de Bs. 2.801.798,42. La operación está registrada bajo el N° 1 en Fecha 7 de julio de 1965. Por las notas marginales estampadas, se sabe que a la Unión de Prestatarios de Las Mercedes, le fueron asignadas 60 hectáreas. A 80 campesinos les fueron entregadas parcelas, con superficies variables de 4 a 5 hectáreas, de los cuales voy a citar los primeros nombres en ser favorecidos: Ezequiel Piñero, Balbino Benjamín Flores, Manuel Emeterio Sandoval, Gregorio Jacobo Tovar, Luis A. Reyes.

PROCESO URBANIZADOR

En el Valle de Paya se dio la figura de la invasión de tierra, forma de ocupación compulsiva de las parcelas otorgadas por el I.A.N., lo que apresura la intervención del Instituto de la Vivienda del Estado Aragua, programando construcciones en los espacios tomados, surgiendo las comunidades de Pantin, Funda Barrios o Las Terrazas, Canaima, Rio Seco y Los Prados I, II, y III

Otros sectores poblados en Paya son los Hornos, Brisas de Paya, Paya Abajo, Rosario de Paya, El Cafetal, Pasaje Canihouse, Valle Verde, Colinas de Vallecito, El Espinal, Los Mangos, Primero de Mayo Norte, Primero de Mayo Sur, La Intercomunal, La Arboleda, Las Palmas, El Cambur, Las Mercedes, Vega Grande, Vista Hermosa, Covalongo, Brasen, Las Rurales, Pantanal, Bolívar, Robinsón, Las Piedras, El Bosque.

PARROQUIALIZACIÓN

El indiscriminado establecimientos de centros poblados le dio a Paya, rango especial en la demografía mariñense, había una realidad inocultable y la Asamblea Legislativa del Estado Aragua, la parroquializa en unión con la Hacienda Guayabita, importante sector agrícola en el lindero oeste, conforme a publicación de la Gaceta Oficial Extraordinaria del Estado Aragua, signada con el número 332 de la fecha 20 de diciembre de 1995, distinguiéndola con el epónimo de Pedro Arévalo Aponte. Conforme a la Ley Orgánica del Régimen Municipal, el Concejo Municipal de Marino designa una Junta Parroquial, el 18 de Abril de 1996, que estuvo en ejercicio hasta las elecciones municipales del 3 de diciembre del 2001, cuando los electores escogieron para regir sus destinos, a los ciudadanos Carlos Silva, Juan Reina y Nelson Martínez. La experiencia comicial se repite el 7 de agosto de 2005 y los electos en esta oportunidad, para guiar al floreciente conglomerado fueron Joel Mijares, Mílvida Franco y Marisol Bolívar.

EL EPÓNIMO

Pedro Arévalo Aponte fue un turmereño nacido el 29 de junio de 1767, hijo de José Buenaventura Arévalo y María Magdalena Aponte. Tuvo gran participación en los sucesos del 19 de Abril de 3810, haciendo causa común con los comprometidos en los sucesos de la fecha. Con Francisco Salías conmina al Capitán General Vicente Emparan a volver al Cabildo y la tradición oral afirma que fue Pedro Arévalo, quien le arrebató a Emparan el bastón de mando. Después de ese día se le designa para trasladar al derrocado Emparan al puerto de La Guaira, rumbo al exilio. Fue Comandante del batallón de las Milicias de Aragua, luego cumple campaña en los Valles del Tuy. Con el triunfo de Monteverde y la pérdida de la Primera República, huye a la Nueva Granada, haciendo resistencia a Morillo en la sitiada Cartagena. El Coronel Pedro Arévalo cayó prisionero en 1816, después de la derrota de Cachiri, siendo condenado a fusilamiento en Girón, el 18 de marzo de ese año.

POTENCIAL MINERO

Por documento registrado en Turmero, en fecha 16 de febrero de 1912, el señor Domingo de Tovar hace denuncia de haber descubierto un yacimiento mineral que juzga contener hierro y cobre, en forma de filón o veta, en el punto en que la quebrada de Rajuñao cae al río Paya. La mina encontrada abarca doscientas hectáreas que son del denunciante, que bautiza el hallazgo minero con el nombre de La Virgen.

En reafirmación de sus derechos el señor Domingo de Tovar solicita y obtiene del gobierno nacional, la concesión minera de La Virgen, en las doscientas hectáreas de su pertenencia, por un período de noventa años. El documento esta registrado bajo el número 24, en fecha 3 de diciembre de 1912.

ÁREAS TURÍSTICAS

Las personas que tienen la afición de viajar por placer, deporte o para instruirse con los atractivos de una zona, encuentran en la hacienda de Paya, una diversidad de encantos que satisfacen las exigencias de los paseantes. Entre estos valores turísticos se destacan.

Rancho Abu Hanna Un lugar sosegado, anclado en la montaña, donde el albergue es en cabañas construidas con adobes. Es el sitio ideal para el encuentro con la madre naturaleza. De noche la temperatura desciende de 6 a 8 grados. Su creador es el libanés Nabil Saab, que con su hijo Juan, prodigan atenciones a los visitantes del paradisíaco paraje.

Camping Rincón Grande. Fundado por Charles Pantín Herrera, el 15 de agosto de 1973. Es el más antiguo campamento vacacional privado de Venezuela. En sus espacios se cumplen actividades sociales, culturales, recreativas y religiosas.

Zoológico de Paya. Su creación se debe a los esposos Leslie Pantin y Ledia de Pantin. Es un reservorio de animales de la fauna nacional, abierto a los visitantes de Venezuela y del extranjero. En él se han firmado documentales con fines didácticos. Visitarlo es vivir una agradable experiencia con la naturaleza.

Dique del Acueducto. Se encuentra en el sector Vega Grande, construido por el Ministerio de Obras Públicas (M.O.P.), en 1934, cuando era titular del Despacho el señor Antonio Díaz González, casado con la turmereña Josefina Martínez Rui. Represaba las aguas que por gravedad, llegaban a la sala de filtros, frente a la Plaza Marino, elevada luego hasta los estanques situados en El Calvario y en La Encrucijada, para su distribución por el Acueducto Modelo Turmero-Cagua.

Casa Colonial de Paya. Es una mansión fabricada con adobes, de paredes altas y techos de caña y tejas, magníficamente conservada por sus actuales propietarios. Con su mobiliario de la época, se revive el tiempo en que el café y el cacao, eran la riqueza de la Venezuela no petrolera. Extendidos en sus patios, los valiosos frutos eran secados por los inclementes rayos del Astro Rey. Fue morada de los dueños de la hacienda.

MORAL Y LUCES

En la comunidad de Paya, a los niños y jóvenes se les abren las puertas para la educación, en institutos ubicados en su misma comunidad; dicho de otra manera, muy cerca de sus hogares adquieren "Moral y Luces", como indicara El Padre de La Patria. Los Colegios donde cumplen con entusiasmo la hermosa labor son: Pre- Escolar Santiago Mariño, U.E. Rural Félix Manuel Luces, U.E.B. Rafael Seijas, U.E.E.R. Alfonso Rivas, E.B. Valle Verde, E.B. Balbino Blanco Sánchez, U.E.E.R. Las Palmas, E.B. Rafael Taylhardat.

TEMPLO PARROQUIAL Y PATRONA

Los prolegómenos del Templo se sitúan en 1981, cuando se celebraban misas en el sitio conocido como Los Jabillos, cerca de un terreno que había sido escogido para construir la Iglesia. Para 1990 había un Comité que activaba su edificación, presidido por Elba Isabel Vargas de Ramírez. En una misa celebrada con motivo de la Semana Santa, el padre Pan Lago llevó una imagen de la Santísima Virgen, bautizada

por Monseñor Feliciano González, con el nombre de La Virgen Niña, a quien la comunidad celebra su solemnidad el 8 de septiembre, por la fecha de nacimiento de la Virgen María. Por cinco años la atención pastoral estuvo a cargo del diácono Francisco Reyes.

El domingo 16 de noviembre del año 2003, en solemne ceremonia que contó con la presencia de Monseñor Reinaldo del Prette, del padre José Pan Lago, se creó la Parroquia La Virgen Niña. El padre Alexander Reyes fue nominado como su primer párroco.

NOTA CONCLUSIVA

A pesar del esfuerzo investigativo, este trabajo no puede tenerse como obra completa, aún así tenemos una amplia visión historial del Valle de Paya, basado en el extenso complejo de referencias y en investigaciones del autor de la crónica. En la Venezuela del presente (año 2005), la comunidad de Rosario de Paya, es cabecera de una dualidad parroquial, la civil distinguida con el nombre de Pedro Arévalo Aponte y la religiosa bajo la advocación de la Virgen Niña. Es de recordar que el espacio aparroquiado comprende a Guayabita, porción territorial a quien debo cumplir, con un estudio de su evolución histórica. Para la fecha de esta publicación, las comunidades aposentadas en la antigua hacienda Paya, son lugares dormitorios por estar las fuentes empleadoras, en las zonas industriales cercanas o vecinas. Para los payenses, en sus espacios están sus recuerdos, sus haberes, su presente y su futuro, sujeto a como evolucione en el tiempo, las actividades urbanísticas, sociales, económicas, políticas y todo lo que es propio de la actividad humana.

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