sábado, 3 de enero de 2015

LA CIUDAD CUENTA SUS HISTORIAS
Las palabras sirven para todo: para expresar ideas, crear ilusiones, decir ver­dades y mentiras, elogiar y criticar. Los vocablos tam­bién son el medio para en­teramos del legado histórico de las generaciones antecesoras, escrito en año­sas páginas atiborradas de informaciones, dignas de ser compartidas por la no­toriedad de los protagonis­tas. Después de un escudri­ñare día a día, en co mpa­ñía de Pedro Reyes Ponce, en los archivos de la ciu­dad, con la brevedad y pre­cisión de los tips, te doy a conocer una porción de lo mirado en las rondas escru­tadoras.

• El 31 de octubre de 1872, la señora Francisca Linares de Delvalle, veci­na de La Victoria, con la aquiescencia de su espo­so Antonio Delvalle, ven­de a la señora Catalina Marín de Vidal una casa en Turmero, situada  bajo los siguientes linderos: Naciente, calle en medio, casa de Pedro Ravelo; Norte, solar y casa de Eduardo Landaeta; Po­niente, casa de Juan Arámburu y Sur, solar en fábrica del general Lucio Borges, calle en medio. El inmueble le había pertene­cido a la otorgante, por donación de su sobrino el general Francisco Linares Alcántara, según escritu­ra protocolizada en el Re­gistro de este Departa­mento, el 23 de octubre de1854. El precio de la ven­ta fue de ciento cuarenta pesos sencillos, recibido por la vendedora a satisfacción. Por impedimen­to físico de la señora Li­nares, firma a ruego el se­ñor Baldomero Guzmán.

Nunca se ha podido determinaren cuál inmue­ble vio la luz Francisco Li­nares Alcántara. ¿Será ésta su casa natal? Corres­ponde a los historiadores despejar la incógnita.

• 14 de mayo de 1899. En esta fecha el Presbíte­ro Antonio María lmaz y Peña, sacerdote de la pa­rroquia de Turmero (sección Aragua del estado Ribas), con autorización del Arzobispado de Cara­cas y Venezuela, da en venta a! señor Juan José Jaca, súbdito español, ve­cino de Cagua, dos casas pertenecientes a la Iglesia, situadas en este munici­pio; una comprendida bajo los siguientes linde­ros: Por el Naciente, casa del señor Pedro Curtois; por el Poniente, casa del señor Ramón Nieto; por el Norte, casa de Vicente Díaz y corral de casa de los herederos del señor Ri­cardo Blanco Uribe, calle Real de por medio; por el Sur, fondo de la citada casa del señor Ramón Nieto. La otra vivienda está delimitada así: Por el Naciente, casa de Concep­ción Tovar de Esqueda, calle de por medio; por el Poniente, solares de casas de María Josefa de Rodrí­guez Palma y Socorro Abreu; por el Norte, po­sesión de café de los her­manos Rodríguez Palma, calle en medio; y por el Sur, solar de una casa per­teneciente a los herederos de Luis Tímudo y Daniel Felipe Osío. Las casas deslindadas pertenecían a la Iglesia, por donación que de ellas se les hizo, para invertir el producto de sus alquileres, en sufra­gar misas para las bendi­tas ánimas. El precio de esta venta fue la cantidad de ochocientos bolívares. Quedó registrada la ope­ración bajo el N° 26 del primer trimestre, fecha ut-supra.

• Por documento au­tenticado en el Juzgado del Distrito Mariño, el 9 de abril de 1927, María Vidalina Olmos de Ángu­lo, asistida por su esposo Martín Ángulo, declara haber recibido del señor Isaac Pimienta, la canti­dad de cuatrocientos bo­lívares, en calidad de prés­tamo por un año. a un in­terés del dos por ciento mensual. Para garantizar el pago de las obligacio­nes, constituye hipoteca especial de segundo gra­do, sobre sus derechos en el predio agrícola denomi­nado «Quinta del Crucifi­cado», ubicado en este municipio, comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte, capilla de El Calvario, calle de por medio, casas que fueron de Matías Domínguez y Benjamín Saavedra y em­palizada de por medio con casas de Juan Crisóstomo Moreno y José Guevara; Sur y Naciente, empaliza­da de por medio, con la Hacienda San Pablo del señor Carlos Martínez y Poniente, estacada de por medio con la hacienda La Collet, en el extremo oriental de la calle Urdaneta y con solar de Marco Aurelio Olmos, solar de Julia Martínez y solar de Pedro Rodríguez Olmos.

El señor Isaac Pimien­ta, acreedor de la recorda­da María Vidalina Olmos, era un comerciante sefar­dita establecido en nuestra ciudad, donde procreó a sus descendientes David Nieves y Alberto Nieves, activistas políticos, exilia­dos en el gobierno del ge­neral Pérez Jiménez, am­bos fallecieron en Caracas. En la delimitada finca «Quinta del Crucificado», está edificado el complejo urbano denominado Urba­nización Los Nísperos.

• El seis de mayo de 1931, el Juzgado del Dis­trito Valencia remite al ciu­dadano Registrador del Distrito Mariño el Oficio N° 243, de este tenor: «En el juicio mercantil seguido por Henrique Celis a P. de Morales, por cobro de bo­lívares, se ha acordado pro­hibir la enajenación i gra­vamen del inmueble, que con sus accesorios de ma­quinarias i enseres posee en esa jurisdicción, bajo los siguientes linderos: Norte, calle Mariño; Sur, calle Miranda; Naciente, calle Colonia; Poniente, parte calle Bermúdez, casa de Carlos Rodríguez i de E. L. Branger. Sírvase acusar re­cibo. Dios i Federación, Miguel Fuentes».

El deslinde correspon­de al terreno, asiento de un complejo de pequeñas in­dustrias, que allí funcionó por muchos años. En la etapa final del gomecismo, la factoría pertenecía al coronel Eloy Tarazona, sufriendo el castigo popu­lar conocido como sa­queo, a la muerte del hom­bre fuerte que regía los destinos del país. En la década de los años cuarenta, tuvo el último resurgimiento económico con el aserradero que allí ins­taló el industrial Carlos Suárez Román. En rela­ción a la nombrada calle Colonia, se trata del anti­guo nombre de la hoy co­nocida como Ricaurte.

En mi escritura de res­cate te presenté estos te­mas, que saca del olvido nombres de lugares y gentes de estos espacios, para revitalizar a la dis­tancia el recuerdo de épo­cas idas, de la ciudad que nunca hemos abandona­do, a la que seguiremos publicitando, con la co­modidad de sus inmensos recursos informativos.


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