sábado, 3 de enero de 2015





LAS MINAS DE LA VIRGEN


El l8 de enero de 1666. El capitán Luis de Bolívar y Rebolledo y su esposa María Martínez de Villegas, ascendientes de Simón José de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, venden el Valle de Paya a don Martín de Tovar, que toma posesión de dicha finca en la misma fecha. En la segunda década del siglo vein­te, un descendiente del adqui­riente de la heredad presenta, para protocolización en la Oficina Subalterna de Registro del Distrito Mariño, documentos que a  pesar de su importante contenido han traspasado en el anoni­mato todas las barreras de la memoria y el tiempo. Los valio­sos instrumentos, redimidos de su somnolencia de muchos años por Pedro Reyes Ponce, en re­ducción lo comparto con uste­des.

«N° 2. Yo Domingo de Tovar, mayor de edad, venezolano, de profesión agricultor y vecino de esta jurisdicción, hago constar que he descubierto un yacimien­to mineral que juzgo contiene hierro y cobre en forma de filón o veta y que dicho yacimiento está situado en la superficie de terreno que limita el perímetro de un rectángulo, que tiene dos mil metros de altura y que está orientado de la manera siguiente:

La altura de dicho rectángulo, o sea la línea de mil metros forma con la Norte-Sur magnética, un ángulo de cinco grados de desviación hacia el oriente y está situado en el terreno de tal manera que su punto medio, o sea, aquel que queda dividido en dos porciones de quinientos metros cada una, coincide con el punto en que la quebrada de Rajuñao cae al río Paya. La mina que he descubierto abarca doscientos hectáreas y la denuncio conforme a lo dispuesto por el Código de Minas vigente. Esta mina que denuncio está situada en terrenos que son de mi propiedad en la montaña de Brazén, en jurisdicción de este Municipio capital del Distrito Mariño del Estado Aragua. Doy a la mina el nombre de La Virgen.

Turmero, dieciséis de febrero de mil novecientos doce». En la nota de registro se hace constar que el documento fue presentado por su otorgante Domingo de Tovar, quedando asentado en el protocolo duplicado número ter­cero, primer trimestre. Tiene las finitas de los testigos Jesús Ma­ría Valladares, Vidal Rangel y el registrador Rafael J. Pérez.

En reafirmación de sus dere­chos mineros, el denunciante solicita y obtiene del Ejecutivo Nacional la adjudicación de los yacimientos por tiempo determi­nado; la correspondiente documentación está asentada en los libros de la Oficina citada anteriormente, contenido que en compendio -igual que el anterior- te ofrezco para su lectura y conocimiento.

«N° 24. General Juan Vicente Gómez, Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, por cuanto el ciudadano Domingo de Tovar, ha solicitado del Ejecutivo Federal la adjudicación de una pertenencia de minerales de hierro y cobre, a la que ha dado la denominación de La Virgen, cuya superficie mide doscientos hectáreas, según plano correspondiente, levantado por el agrimensor Tomás A Duarte Padrón, situada en jurisdicción del Municipio Turmero, Distrito Mariño del Estado Aragua…; resultado que en la sustanciación del respectivo expediente se han llenado las formalidades establecidas por el Código que rige la materia, viene en declarar a favor del expresado Domingo de Tovar, sus sucesores, cesionarios o causa habientes, la propiedad de la precitada pertenencia La Virgen.

El presente título da derecho al concesionario y a sus suceso­res, por un periodo de noven­ta años, al uso y goce de la per­tenencia que se trata. Dado, fir­mado y sellado con el Sello del Ejecutivo Federal y refrenda­do por el Ministro de Fomen­to, en Caracas a veintiocho de noviembre de mil novecientos doce Juan V. Gómez. Refrenda­do Pedro Emilio Coll». La nota estampada por Rafael J. Pérez (registrador) el tres de diciem­bre de mil novecientos doce certifica que el documento fue presentado por el señor José María de Tovar, vecino de Ca­racas y de tránsito en esta ciu­dad. Quedó registrado bajo el número veinticuatro del pro­tocolo duplicado número pri­mero, correspondiente al cuar­to trimestre. Fueron testigos del acto Joaquín A. Ravelo y Epifanio Ortega.

En medio de la fuerte crisis económica que agobia a nues­tro país, las soluciones para sa­lir de ella se incrementan en la imaginación. Ante la inminen­te caducidad de la concesión (en el año 2002), sugiero al mi­nistro de Energía y Minas y presidente de la OPEP, Alí Ro­dríguez Araque, el estudio de factibilidad de explotación co­mercial de los minerales ferro­sos y cupríferos contenidos en las vetas de la montaña de Brazén, parroquia Pedro Arévalo Aponte del municipio Santia­go Mariño. Ahí está la opción para crear empleos y movili­zar dinero.

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