En 1962 un visitante excepcional, procedente
de su natal Maturín, llega a Turmero. y la bienvenida a su llegada fue su encuentro
con la inspiración de Mario Abreu y de José Pérez Ramos, lo cual le enriquece
interiormente, y el recién venido Hugo Cipriano Rangel Rodríguez, turmereño
desde ese día acrecienta los rasgos artísticos de su vida.
Hugo era majestuoso en la plástica,
tenía buen manejo del elemento color y el dibujo, con ellos nos asomaba a los
realizados sueños de su rica imaginación. Como poeta no escribió libro alguno,
su obra está dispersa entre sus numerosos amigos y familiares, a quienes
manuscribe su musa y lega como singular presente; la que acompaño en este
trabajo me fue facilitada por el ingeniero Antonio Girón y su hermano Isidro
Rangel, concebida en el estilo propio de la fecundidad de su lira, en ella deja
constancia de su impetuosa iracundia, porque era ducho en los enredijos
descalificatorios, sus conceptos eran su indiscutible verdad.
En la alborada del 26 de mayo de
1996. a los 52 años de edad, se cierra, en la ciudad de su adopción, la
trayectoria existencial del creador que supo combinar, ¡y como lo hizo!, sus
pasiones por la pintura y la poesía.
Te vi pasar
por el portal
un tanto consternada
en tu mirada escudriñé
la pena que te embarga.
Imaginé un mundo de locuras
que ibas a derramar en gotas de silencio.
Las notas de un cantar
vuelan por la bahía
de ese mar donde
bogan tus penas
que
quiero arrebujar
en el puerto escondido
y recoger las gotas
que se llevó el silencio.
Para ser bolivariano hay que tener ideas
Bien puestas.
Tener el cerebro claro
para pensar cosas nuevas
y recordar el muchacho
que se peleo donde fuera
con su espada reluciente
libertó a su Venezuela.
En sus últimos instantes
lanzó la proclama aquella
de que cesen los partidos
para borrar toda huellas
de la ignorancia falaz
que ya estaba consumiendo
los pueblos que libertó
incluyendo nuestra tierra.
Bolívar, siempre Bolívar,
¡Bolivarianos recuerdos..!
Estamos observando en todo momento de
la vivencia actual, un desbarajuste constante en las personas de seudo
transformadores que se han encontrado pataleando en el vacío; claro, nunca
pensaron que sus desvarios pecaminosos y abstractos para con los núcleos
sociales les iban a dar la oportunidad de sentirse tan vacíos, al tener que
pensar que un colectivo los tiene acorralados.
Esto deja entrever que jamás se preocuparon
en pensar quién o quiénes serían los destinados para acompañarles en una nueva
ruta, donde el gran ganador sería precisamente una colectividad que espera
ansiosa.
Desmedran unos de otros
se preguntan por sus posibles errores
tratan en vano la búsqueda de convivencias
les alerta solo pensar donde
pasaran su aislamiento
los fondos logrados malsanamente
los absorberán sus asesores
les preocupa sobre manera
que será del futuro de tu familia:
¿Ahora?
que será del futuro de tu familia:
¿Ahora?
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