martes, 30 de diciembre de 2014


EPISODIOS DE LA CALLE REAL



Entre los muchos documentos insertos en los protocolos del Registro Subalterno del municipio José Fé­lix Ribas, se encuentra la venta de una casa que hace la señora Be­lén Esteves, con la autorización de su espo­so. Por la antigüedad del instrumento y lo enrevesado de su lec­tura tuve que recurrir a los servicios de dos conocidos paleógrafos de la ciudad, los seño­res Jo  sé Torres Pérez y Pedro Reyes Ponce, quienes me entregaron la versión que trans­cribo en resumen.
«Declaro yo Belén Esteves, vecina de esta ciudad, que de acuerdo con mi legítimo esposo el ciudadano General Francisco Linares Al­cántara, he vendido des­de el cuatro del mes de septiembre próximo pa­sado, a la señora Florinda González, previa la licencia de su legítimo marido, el ciudadano Licenciado Juan Martí­nez, vecinos ambos de Turmero, una casa de tapias y rafias y cubier­ta de tejas, situada en la calle principal de aque­lla ciudad, cuya casa linda por el naciente con casa perteneciente a la fábrica de la Iglesia, por el poniente con casa de la señora Josefa Pereira; por el norte, Calle Real en medio, con ca­sas de los herederos del finado Pedro José Ló­pez y por el sur, calle también de por medio, con casas y solar de Liboria Tovar. La presen­te casa la hube por com­pra que de ella hice al ciudadano Lorenzo H. Tovar, como apoderado general del ciudadano General Luis M. Rasco, vecino de Cagua, según consta de escritura pú­blica, otorgada en esa ciudad el día diez de agosto del año pasado de mil ochocientos sesenticuatro, la cual en­trego a la compradora por la cantidad de mil quinientos pesos, que recibo en moneda usual o corriente. Yo Francis­co Linares Alcántara, como esposo de la seño­ra Belén Esteves, decla­ro: Que he presentado mi consentimiento para la venta mencionada.
La Victoria noviembre veintidós de mil ocho­cientos sesenticinco, Belén Esteves de Alcán­tara. Francisco Linares Alcántara. Leído y fir­mado ante mí y de Fé­lix María Paredes y Be­nigno S. Sucre, hoy veintidós de noviembre de mil ochocientos se­senticinco. El Registra­dor Jesús Ma. Mayol».
Importante para la historia en esta nego­ciación, son las pro­piedades de la Iglesia de Turmero, que se mencionan en el linde­ro del naciente, sin duda se trata de la casa dejada en testamento por don Pedro Delga­do a la grey local, el 18 de mayo de 1787, si­tuada en la calle Real o Principal; con la re­comendación de ser alquilada y con los es­tipendios, ordenar una misa anual al Santísi­mo Sacramento, otra a las Benditas Ánimas y el resto del dinero para repartir a los pobres. Convendría un esfuer­zo de investigación para identificar el in­mueble y conocer los enredijos por los cua­les nuestra Iglesia, no está en posesión de la residencia que le fue donada, para fines piadosos.

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